Dentro de las diferentes formas de arte callejero, comparándolo al stencil con el graffiti sobre todo, se encuentra en el primero una complejidad de formas y contenidos, las cuales expresan y se presentan en muchas ocasiones marcando una posición frente a ciertos aspectos de la realidad, con ideas críticas, con insinuaciones o imágenes sugestivas, o, en muchos casos, con humor.
Los antecedentes inmediatos del stencil, se encuentran en las plantillas utilizadas con fines propagandísticos, en la mayoría de los casos en tendencia política. La trascendencia del stencil como medio de expresión surgió con cierto grado de popularidad en los principios de la década del ochenta. Con el tiempo, en las obras hechas con plantillas se han vinculado diferentes elementos de distintas corrientes artísticas.
En las obras del stencil, los márgenes creativos son extremadamente anchos, existiendo y generando una gran variedad de diseños y obras por parte de los pintores. La diversidad de formas con las que se puede trabajar y los diferentes contenidos a los que se les han dado forma, establecen al stencil como una de las formas de artes más flexibles y plurales.